sábado, 12 de octubre de 2013

LA SALUD PÚBLICA ,UNA CUESTIÓN DE ESTADO EN CUBA

La salud pública en Cuba es, literalmente, una cuestión de Estado. El servicio es totalmente gratuito para todos los niveles, desde la enseñanza primaria a la alta complejidad y la filosofía que prevalece es el cuidado de la salud, en lugar de tratar la enfermedad. Todos los médicos tienen una formación generalista, con una visión humanista de la profesión.

La formación de los médicos, cubanas o extranjeras, es libre, a pesar de todas las dificultades económicas del país, la capacitación es una necesidad, no sólo para cuidar de la salud de millones de cubanos, sino también para exportar médicos. En Cuba, hay cerca de 12 unidades del Programa de Salud de la Familia, para servir a una población de 11 millones de habitantes. El promedio del país es de un médico por cada 183 habitantes. Es un error pensar que la principal fuente de ingresos es el turismo en Cuba. O azúcar. Cigarros y ron, productos tradicionales, pesan poco en el PIB cubano. En la parte superior de la economía de la isla es la exportación de médicos, maestros e ingenieros. La exportación de los médicos gana Cuba 5 millones de dólares al año, lo que representa el 7% del PIB de la isla. Y dos veces lo que Cuba recoge de todas sus exportaciones.
Médicos cubanos están trabajando a través de acuerdos como el que corresponde a Brasil en más de 60 países, el Canadá desarrollada, Francia, Italia y Alemania, las naciones más pobres de África y Asia, además de todos los países de América Latina. Dr. Egley, que ahora trabaja en Remedios, trabajó tres años, Somalia, el norte de África, después de graduarse de la Universidad de La Habana.
  
"La medicina no es solo una profesión, tenemos que ganar dinero. Tenemos el compromiso de cuidar a la gente, ya sea en Cuba o en zonas marginadas de otros países que no cuentan con los médicos", dijo el Dr. Egley, con la concurrencia de la Dra. Camilo, quien cumplió tres años de Bolivia.

Una visión de la medicina
Humanista En medio del bullicio de La Habana Vieja, el corazón de la capital cubana, tomada por los turistas, la Dra. Blanca Rodríguez, especialista en pacientes vasculares y diabéticas, asiste a una de las decenas de clínicas en toda la ciudad. Es ella la que, con la ayuda de una enfermera, evalúa y masajea los pies de un paciente con diabetes en una etapa temprana. "Trabajamos en estrecha colaboración con la prevención, la prevención de la enfermedad se agrave. Es un placer para cuidar de la salud de las personas", dice la Dra. Blanca, que ha trabajado en Ecuador y Venezuela.

Un ejemplo de la preocupación del Gobierno de Cuba a la capacitación de profesionales de la salud es el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK). El IPK ha preparado unos 45.000 médicos cubanos y 5.000 extranjeros de 87 países, que se especializa en enfermedades tropicales y las enfermedades infecciosas, así como en materia de servicios de salud y la investigación epidemiológica.

El instituto cuenta con seis unidades de la Universidad de La Habana, Las Villas, Camagüey y Santiago de Cuba. Además de los cursos, el IPK ofrece Masters y Doctorados, a través de acuerdos con la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud. Según la Dra. Nereyda Cantelar, director adjunto de la enseñanza ", el IPK está autorizado a conceder el certificado reconocido por la UNESCO, ya que es reconocido como un centro de referencia internacional en la medicina".

"Los médicos cubanos que fueron enviados a trabajar en Brasil aún son entrenados en enfermedades que afectan a la población de las zonas más pobres, como el dengue y las enfermedades causadas por malas condiciones de vida y la falta de prevención en el cuidado de la salud", subraya el Dr. Nereyda. Un brasileño médico en La Habana

Cuba invierte en medicina preventiva y exporta médicos a más de 60 países.  51281.jpeg
Cuba exporta médicos no sólo a las diversas partes del planeta, pero también recibe a estudiantes de cerca de cincuenta países en sus estudios de medicina. Este es el caso de Brasil Geisianne Oliveira de Almeida, Bahia de Feira de Santana. Hija de un pequeño empresario y una ama de casa, que acaba de recibir el título de médico de la Universidad de Camagüey.

"Tuvieron que pasar seis años de la universidad y desde el inicio del curso tuve contactos con los pacientes. A partir del tercer año, tuvimos tiempo para integrar las actividades en los hospitales y clínicas", dijo Geisianne. Dos años de la carrera están en equipos experimentados en el Programa Salud de la Familia. "Los maestros están dispuestos a transmitir todos los conocimientos, con clases adicionales en los programas complementarios, como la geriatría, oncología, nutrición, cirugía y otras áreas, ya que tenemos un generalista", dice el doctor. Los estudiantes reciben gratis todos los materiales didácticos y los instrumentos de trabajo.

"Mi proyecto es llegar a Brasil y comenzar a trabajar en las zonas desfavorecidas, que necesitan médicos,. Salir de Cuba como un profesional entrenado y como una persona con una visión humanista de la profesión."

Geisianne Oliveira de Almeida hace un punto de mostrar el título recién ganado. Más que un pedazo de papel, que es el registro de una cita. "La práctica de la medicina no es negocio, es sobre todo teniendo cuidado de la salud de las personas."
Con el tiempo, los cubanos son conscientes de la manera hostil e incluso grosera de los compatriotas de Geisianne que el programa más médicos se trató con por una parte de los medios de comunicación y las instituciones médicas en Brasil. Creer que fueron recibidos con los brazos abiertos, ya que están trabajando en las zonas de extrema pobreza. Lo mejor es pensar que sí. (periodista Daniel Thame viajó a Cuba por invitación del gobierno cubano)
Foto 1 Dr. Blanca Rodrigues
Foto 2 Dres. Edley y Camilo

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